Frente a la fastidiosa perfección, la imperfección es belleza: frase que puede resumir el Wabi Sabi. Un concepto estético y espiritual japonés, que más que intentar comprender, tiene que ser vivido.
¿de dónde viene el Wabi Sabi?
Sus raíces se encuentran en el delicado y sutil universo de la ceremonia japonesa del té. Allá por el siglo XV, en el Imperio del Sol Naciente, estaba muy de moda una ceremonia de té fastuosa, que utilizaba perfectos y lujosos objetos, importados de China.
Murata Shuko, estudioso de las teorías Zen, como reacción a tanta ostentación, creó una ceremonia sencilla con utensilios de fabricación nipona y artesanal…..muy imperfectos y sobre todo autóctonos.
Si Wabi hace referencia a la plenitud y a la modestia que se puede sentir al observar la Naturaleza, Sabi es la pátina que deja el tiempo.
Una mezcla de conceptos con los que ver la vida desde una sobriedad controlada, pero con la capacidad de encontrar la belleza en lo humilde e imperfecto.
El Kintsugi
Poético Arte de la reparación de objetos que pone el pensamiento Wabi Sabi en imágenes. No se esconden las marcas sino que se ponen de relieve imperfecciones que se rellenan de polvo de oro. Cicatrices que convierten el objeto roto en algo más bello, simbolizando así el comienzo de un nuevo ciclo. Transformar el error en oportunidad.
Resiliencia y aceptación. Aprender a vivir con las heridas, poniéndolas en valor.
Interiores Wabi Sabi
Un espacio digno de ese nombre no esconde la edad de los objetos y materiales. Al contrario, se siente orgulloso de sus arrugas e imperfecciones. Rústica simplicidad y belleza imperfecta de lo artesano, sobre fondo de colores naturales. Interiores en los que no hay sitio para lo superfluo y lo ostentoso.
Espacios en los que se mantienen los materiales y objetos, dándoles una segunda oportunidad. Puertas agrietadas que no terminan de encajar perfectamente, pero que cumplen su función.
Cosas llenas de arrugas que cuentan su pasado.
Como pasarelas del interiorismo, los hoteles van marcando tendencias. Así las cadenas hoteleras más punteras se suman a la tendencia de lo natural y sostenible….una vida sencilla como exquisitez
Algunos hoteles, como el Greenwich Hotel de Nueva York o The Mob Hotel en París y algunas cadenas como Nobu, optan por este nuevo concepto para los hoteles. Ofrecen un oasis de paz en medio de las grandes ciudades. Espacios acogedores y un trato humano que te hacen sentir como en casa.
Equilibrio y armonía
Entre lo nuevo y lo viejo, lo gastado y lo recién fabricado. Lo tradicional y lo moderno. Los interiores wabi sabi son otra de las tendencias Mix and Match. El estilo Ecléctico del siglo XXI, que no puede sino intentar acomodar lo ya fabricado.
La arruga es bella
Parece que vayamos despertemos del DisneySueño en tecnicolor, en el que si no eres joven, rico, delgado y sobre todo permanentemente feliz, no eres nada….Años de una estética y modelo de vida impuestos por quienes han creado la economía que está destruyendo el planeta.
Quiero pensar, siempre optimista, que la emergencia climática y la actual situación de parón al que nos obligó el microscópico covid 19, van a acelerar el cambio. Adiós a no aceptar el inexorable paso del tiempo.
No más buscar en la acumulación de riqueza la felicidad. Un estado de sonrisa permanente, que pese a quien pese es efímero.
Bienvenida, de vuelta, aquella forma de vida no tan lejana, en la que nos conformábamos con muy poco y comprendía mucho más que somos Naturaleza. Se reparaba en lugar de tirar. Se aceptaba la existencia del sufrimiento y el esfuerzo. Se asumían y aceptaban los defectos.
Como plantitas que crecen entre las grietas de secos bloques de hormigón, el Wabi Sabi, junto con otras filosofías de vida como el Hygge, tratan de abrirse camino en nuestro mega giga mundo sumergido de virtualidad y tecnología.
Sabiduría ancestral, que los japoneses llaman Wabi Sabi. Nada es ni completo ni eterno y mucho menos perfecto….y la verdad, es más fácil de vivir así.